miércoles, 7 de noviembre de 2012

-------Cuestión de piel---------


POESÍA DE MATILDE MUERZA MARÍN



El olvido


Devoró el ansia la bruma nostálgica de un poema roto resbalando por las profundidades del movimiento en el atardecer del olvido.







La orilla


Mariposas vuelan sobre la cuadratura del círculo en la orilla del río que atraviesa el corazón Corazón agónico olvidado en la espiral del sentimiento.







La piel


Rompe la turbación la herencia del silencio Cae la noche y la plata de la luna adormece los sentimientos sobre la piel.








El agua


La lluvia canto de esperanza contra el punto muerto de la espera La lluvia derroche de los sentidos bajo el peso del agua.







El sueño

Se multiplicó su esencia por un sueño como gesto abandonado ante la tierra del recuerdo.







Las sombras


Palidecieron las sombras de los árboles cuando ella enlazó imágenes sobre el punto geométrico de su aliento.





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MATILDE MUERZA MARÍN

BLOG: Dejemos hablar a la poesía
http://matildemuerza.blogspot.com.es


Matilde Muerza Marín


Libros poemas y sueños. Tres puntales de una vida nacida en Palma en un largo otoño de 1947

    (Fotos que acompañan los poemas de Teresa Iturriaga Osa)

martes, 30 de octubre de 2012

RELATO


LA MADRE DE TODAS LAS OLAS



 
La Porta di Mare, oct. 2012



        Un mar fuerza nueve mojó el libro de los grandes veleros y de sus páginas salieron flotando dos trozos de mástil. Yo no podía leer ni una línea más. Los ojos me picaban de salitre. ¡Cuanta más distancia, más tiempo para el viento!, me advirtieron dos cormoranes negros con argolla en la garganta, levantaban las olas con su plumaje de agitar el humo.

 
        Yo sumé, como siempre, yo sumé. Restar me estaba prohibido desde el último accidente en la mar arbolada de mi juventud.

 
        Aquella mañana, sobre la cubierta con mi sombra, sumé toda la incertidumbre a ojo. Las olas ya comenzaban a hacer sus maletas sobre el espejo azul en su largo viaje hacia Orán, con la euforia de una reunión de viejas amigas. Aplaudían y cantaban, todas bebían esa pócima de espuma que tanto emborracha y hace bailar desnudas a las mujeres durante cientos de kilómetros, cuando se besan con los marineros recobrados.

 

 
 
 
        Entonces, una tras otra, fueron llegando varias olas... me bajaron descaradamente la blusa hasta los hombros y luego se tiraron de cabeza, riéndose por las cuerdas de mi voz. Con toda la noche detrás, mi aliento se detuvo frente a ellas, paralizando su festín en los remolinos de Alborán. Un frente de ondas me atravesó el pecho muerto, tenía que dejarte antes de besarte, antes de quedarme muda con el ímpetu salvaje de tu abrazo, era hora de fugarme de ese cabo de gata en un adiós sin dolor.

Teresa Iturriaga Osa
    (texto y fotos)

 

jueves, 27 de septiembre de 2012

"El edén era un engaño" (2ª parte)


Carmen Marina Rodríguez Santana

Primer accésit en el XIV Concurso Trinidad Arroyo convocado por la Concejalía de Igualdad de Oportunidades, Familia y Mujer del Excmo. Ayuntamiento de Palencia.

(2ª parte del relato "El edén era un engaño")


Un día más, el harmattán soplaba cubriendo el cielo con su niebla seca que impedía incluso la visión de la cercana Hargeisa. Seguramente era él el que traía consigo la causa del fuerte dolor en el vientre de Nuuru cuya silueta a la luz del candil sobre las paredes de adobe semejaba al volcán de Surud Ad. La joven apenas había podido descansar en toda la noche, retorciéndose de dolor como culebra del Majertén. Aún reinaba la madrugada cuando Nuuru adoptó la postura de cuclillas porque sentía la imperiosa necesidad de empujar para sacar al exterior todo aquello que con urgencia reclamaba abandonar su cuerpo. Cerró los ojos para concentrar en el acto toda su fuerza y al tercer pujo lanzó un grito que hizo espantar a los cebúes más lejanos que abrevaban en el río. Entonces, escuchó el llanto de Ayaan. Ayaan pesó poco más de kilo y medio y a su madre le pronosticaron que ese bebé no iba a vivir. Nuuru se consoló pensando que mejor así, ya que ser mujer en un no-Estado como Somalia es peor que una desgracia, es una condena a una muerte lenta, cruel e invisible. Pero Ayaan sobrevivió y tuvo una infancia normal: normal para los que eran como ella. Hija de Hirsi, que era hijo de Magan, y éste de Isse, e Isse de Guleid, que a su vez era hijo de Alí. Una familia que salió de Arabia hacia Somalia hacía 800 años, cuando comenzó el gran clan de los Darod. Hirsi Alí es una Darod, una Harti, una Macherten, una Osman Mahamud. Es de la rama llamada la Espada Más Alta. Era una Magan, le advertía su abuela, agitando una vara delante de ella mientras la obligaba a memorizar a sus ascendientes. “Los apellidos te harán fuerte. Son tu linaje. Si los honras, te mantendrás viva. Si los deshonras, te abandonarán. No serás nada. Llevarás una vida miserable y vivirás sola”.

A los cinco años fue cuando su abuela decidió que se sometiera al rito de la purificación, en contra del deseo de su padre que no apoyaba esas ideas por considerarlas antiguas y aberrantes. Pero su padre no estaba; había partido para la venta de un rebaño de cabras. Y en Somalia, al igual que en muchos países de África y Oriente Próximo, se purifica a las niñas mutilándole los genitales. Así que, ese día su abuela decidió que su kintir, su clítoris, era muy largo. Un circuncisor tradicional itinerante del clan de los herreros llegó a su casa. El hombre tenía unas inmensas tijeras en la mano. Su abuela y otras mujeres la sujetaban. Aquel hombre puso sus sucios dedos sobre su sexo y empezó a pellizcarlo, como se pellizca la ubre de las cabras a punto de ser ordeñadas. Entonces, las tijeras descendieron entre sus piernas y el hombre cortó sus labios interiores y el kintir, tal como el carnicero ejecutaba en la carnicería. El dolor experimentado no tenía medida, la invadió entera, de pies a cabeza, y le duró... para siempre. Aún después de haberla mutilado, después de notar la sangre caliente corriendo por las piernas, la cosieron. Con una enorme aguja sin punta sellaron sus labios externos. Ella intentaba defenderse como podía pero la abuela no paraba de repetirle que sólo era una vez en la vida, que a partir de entonces estaría limpia, que tenía que ser valiente. La pesadilla acabó cuando aquel hombre cortó el hilo con sus dientes.

En el año 1989, el año en el que el ayatolá Jomeini dictó una fetua contra Salman Rushdie, Ayaan era una devota estudiante matriculada en la Escuela Musulmana para Chicas de Nairobi. Su padre, un líder somalí rebelde, había intentado el año anterior un golpe de Estado contra el dictador Mohamed Siad Barre, así que, la familia vivía en el exilio en Kenia y a Ayaan se le concertó un matrimonio con un rico tratante de ganado. Una semana antes del matrimonio, el hombre comprobó si el sexo de su futura esposa estaba aún sellado. Como fue aceptada, Ayaan debía volver a la curandera gudniin para una segunda operación en la que deberían despegarle sus labios externos. Ayaan prefirió huir; por nada permitiría que su destino fuese el que los demás trazaran para ella. Huir hacia Europa idealizando una vida futura desprovista de penalidades. Tuvo suerte: el destino la llevó a Holanda alcanzando a ser diputada en el Parlamento por el partido liberal. Cuando Hirsi Alí intentó, desde su papel de mujer política en ese país, abordar temas como la ablación o los crímenes de honor, sus compañeros de entonces le echaban en cara que no respaldara sus argumentos con datos. Y es que no podía hacerlo; no existían. Ni siquiera Amnistía Internacional tenía entonces estadísticas sobre cuántas mujeres en todo el mundo eran víctimas de crímenes de honor. Conocían cuantos hombres eran encarcelados y torturados, pero eran incapaces de elaborar tablas con los números de mujeres flageladas o lapidadas en público. En la actualidad, Ayaan se siente afortunada. No muchas mujeres son afortunadas en los lugares de donde ella procede. Se considera en deuda con todas ellas de alguna manera. Necesita encontrar a las mujeres que permanecen atrapadas en esa jaula mental, en la estructura de la irracionalidad y la superstición, y convencerlas de que tomen en sus manos las riendas de sus vidas. En los últimos cincuenta años, el mundo musulmán se ha visto catapultado a la modernidad. Entre su abuela y ella media un lapso de tan sólo dos generaciones pero, en realidad, el salto es milenario. Lo cierto es que, hoy, cuando se cruza la frontera de Somalia, se retrocede en el tiempo cientos de años. Y ella no cree que hagan falta 600 años de reforma para cambiar el concepto de igualdad y derechos individuales. Ya tienen el modelo, sólo habría que copiarlo. Pero cuando intentó defender su idea en el Parlamento de que había que cambiar la situación de estas mujeres de inmediato, la respuesta que obtuvo fue la de que hay que tener paciencia. Europa parece estar cegada por el llamado multiculturalismo, subyugada al imperativo de ser sensibles y respetuosos con la cultura de los inmigrantes, defendiendo a los relativistas morales. Pero, ¿es cultura ser lapidada?

Cuando Ayaan contaba catorce años, había sido obligada a observar la matanza de su amiga Nasija a manos de los hombres de la tribu mediante lapidación. Nasija contaba su misma edad, juntas crecieron jugando en su infancia más temprana y al unísono les fue practicada la ablación, hecho que las unió más aún si cabía. Hacía escasamente un harmattán en el cual había transcurrido que Nasija había sido vendida por su padre a un hombre rico por el precio de un rebaño de cabras. Transcurridas algunas lunas, como Nasija no engendraba hijos, su esposo la increpaba y golpeaba a diario mostrando especial acritud sobre su vientre, desde su punto de vista, yermo. Una mañana en la que él partió de viaje para la venta de un rebaño, ella aprovechó la ocasión para huir pero desafortunadamente fue encontrada a los pocos días en una aldea cercana junto a una familia de mercaderes. Le fue atribuido el falso hecho de haber mantenido relaciones sexuales extramaritales y el tribunal del poblado dictaminó que Nasija debía ser condenada a morir por lapidación. A la mañana siguiente la vistieron de blanco, que simbolizaba el color de la muerte, y la forzaron a entrar en un gran socavón excavado en el suelo donde sólo asomaba la cabeza. Le lanzaron piedras a una cierta distancia, ni muy grandes para no matarla enseguida ni muy pequeñas para que causaran dolor. El blanco dejó de serlo para dejar paso al rojo de la vida que se escapaba poco a poco y dolorosamente a través de las heridas.

Ayaan se resume a sí misma como: mujer, negra, musulmana, criada en África, llegada a Europa en 1992, diputada por el Parlamento holandés, escribió el guión de una película dirigida por Theo van Gogh y, por todo ello, ahora vive con guardaespaldas y circula en coches blindados. Afirma que vivir amenazada de muerte es como enterarse de que se tiene una enfermedad crónica. Puede recrudecerse y matarte, o puede que no. Tal vez suceda en una semana, o tarde años. O no suceda nunca y muera de forma natural. Pero siempre dice a quienes le preguntan esto que en Occidente la vida se toma como si estuviera garantizada para siempre. Donde ella nació, y en toda África, la muerte está en cada esquina. Virus, bacterias, guerras, sequías, inundaciones, hambrunas, soldados y torturadores se la pueden arrebatar a cualquiera en cualquier momento. Incluso amenazada y con guardaespaldas, siente el privilegio de estar viva.

A pesar de que toda la entrevista se ha producido en su totalidad en inglés, antes de marcharse Ayaan te ha regalado su libro “Mi vida, mi libertad” en el que te plasma una dedicatoria en un perfecto castellano:

“El edén era un engaño. Cada mujer debe apearse de su infierno particular y construir su propio paraíso. Mucha suerte en tu vida, Eva”. Ayaan Hirsi Alí

Has quedado impactada, no sólo por todo lo relatado sobre su vida y la de las mujeres somalíes sino porque te ha adivinado; no te conoce en absoluto y te ha descubierto. Puede que lo supiera por ese morado sobre tu mandíbula, que has intentado disimular con el maquillaje y el pelo suelto; o por esa mirada melancólica que grita en silencio que guardas un terrible secreto y de todo lo cual es ella sagaz detective. Irremediablemente, tardas casi media hora en recomponerte, recoger tus cosas y abandonar el reservado. Una vez en tu habitación, te acomodas y lees el relato autobiográfico de esta mujer que ha luchado para dejar de ser esclava de sus costumbres y formarse como persona, llevada casi exclusivamente por su propio ímpetu, en una trayectoria en la que destaca la sinceridad que es la que al final le ha permitido distanciarse tanto del fundamentalismo islámico como de la corrección política europea. Con un estilo directo, claro, transparente, contundente e inteligente, la ex diputada desgrana en su libro la dramática historia de una revolución personal.

A tu llegada a Madrid, ves la ciudad cambiada, con distinto color. La luz se te antoja que nace en la profundidad del Manzanares, se refracta en el aire para coger impulso, elevarse y prender con prepotencia en el cielo donde se descuelgan altaneras las nubes errantes que ignoran por completo la gravedad terrestre. Observas tu silueta en el cristal de un escaparate y, por primera vez desde hace mucho tiempo, te gusta lo que contemplas. Finalmente, ha llegado hasta ti el edificio de la redacción del periódico y tus andares firmes y tu sonrisa son imanes para las miradas de tus compañeros. Una vez en el despacho de Heni, como amistosamente te gusta llamar a tu jefa, le anticipas que el artículo será una bomba informativa, que te deje unos días y estará preparado para la impresión porque andas buscando piso de alquiler y necesitarás algún tiempo para la mudanza. Y que, además, te has creado una nueva dirección de correo electrónico que, inmediatamente, le instas a que apunte en su agenda. Y que, además también, necesitas te provea de un nuevo teléfono móvil porque el tuyo lo has dejado en el hotel de Washington.
 
 carmenmarinarodriguezsantana.blogspot.com
 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

NO FRENES LA LENGUA DE LOS PÁJAROS, DE BEGOÑA LEONARDO, EN GROENANDIA


Groenlandia presenta:
No frenes la lengua de los pájaros, de Begoña Leonardo.
Prólogo de M J Romero.
Epílogo de Eva Márquez.
Arte de José Naveiras García y Felipe Zapico.
Lo puedes leer de manera gratuita en estos enlaces:


  “En estos contrapuntos se halla la principal característica de la poética de Begoña Leonardo: el haber sabido aunar lo universal y lo particular, la mujer amazona como símbolo y la realidad de mujer niña y mujer amante. Esto no es ninguna nimiedad, pues si algo ha de tener un libro de poemas es una poética propia, original, y bien definida. Condiciones que se ven cumplidas sobradamente en este libro”.(Fragmento del prólogo de M. J Romero)
“Lo que más me asombra de esta poetisa es su capacidad para invadir tu intimidad como lector o lectora, aportando de sí misma todo y nada en el mismo puchero; es decir, Begoña sabe desgarrarte desde dentro más por lo que no cuenta que por lo que cuenta en sus poemas; su poesía está invadida de mensajes literarios fuertes, contundentes y nada condescendientes, elaborados con el tesón de la paciencia, con la lava ardiente que desprende su experiencia y con una desmedida distancia entre su yo primigenio y su yo poético” (fragmento del epílogo de Eva Márquez).

lunes, 3 de septiembre de 2012

El edén era un engaño


Carmen Marina Rodríguez Santana

 
Primer accésit en el XIV Concurso Trinidad Arroyo convocado por la Concejalía de Igualdad de Oportunidades, Familia y Mujer del Excmo. Ayuntamiento de Palencia

(1ª parte del relato "El edén era un engaño")


Abres los ojos y te descubres destapada sobre el lecho que hace tiempo decidiste dejar de compartir; pero está visto que si te llega el olor de ese cuerpo exhausto y culpable que duerme, es que la masa de tus decisiones tiene poco peso específico. Al principio de los tiempos, le dejabas un beso sobre la frente y te costaba separarte de él cada mañana. Sin embargo, ahora te deslizas entre las sábanas con movimientos estudiados, analizando qué músculo dolorido moverás a continuación para que el monstruo no se despierte.

Los chorros de agua que escapan a presión por entre los orificios de la alcachofa de la ducha son tiroteo de alfileres sobre las zonas sombreadas de tu piel y te permites el lujo de llorar en húmeda soledad para que tus penas escapen con la espuma a través del desagüe. Y escapar, ¿hacia dónde? ¿Es que existe algo por debajo del infierno? Y, si fuera así, ¿a qué altura de las coordenadas perdidas se encontraría el edén?

Reencuentras tu rostro en el espejo y aplicas sobre tu cara la misma crema antimanchas de siempre. También el maquillaje es el de siempre pero, a pesar de la maestría que has adquirido en los movimientos tantas veces repetidos, tiemblas. Finalmente, te proteges bajo el aroma de la colonia de baño con la que tu madre te acicalaba cada mañana de tu niñez. Con ello logras recuperar parte de la felicidad perdida y esbozas tímidamente media sonrisa. De puntillas te diriges hacia la silla de la habitación donde la noche anterior, horas antes de ser carnaza de la premeditación y la alevosía, dejaste preparada tu ropa y el maletín para iniciar hoy tu viaje de trabajo.

- Hazme un café antes de marcharte -, dispone la voz ronca e inquietante atrapada en la almohada.

No te apetece iniciar una discusión argumentando que se te va a hacer tarde, que vas a perder el avión, que él podría hacerlo con sus propias manos; que no duele. Que dispone de todo el tiempo del mundo porque las horas las pasa muertas frente al ordenador o al televisor, desgastando su sonso tiempo del día sólo para que exista la noche en la que se enciende la hora bruja de drogas y alcohol que insufla al incauto el maligno que corre a través de sus venas hasta hacerlo estremecer de delirios y cefaleas. Te convences de que terminarás antes preparando la cafetera y, de paso, tomarte tú también una taza de hirviente y dulzona agua teñida para así, quizás, consolar tu estómago de las náuseas con las que das la bienvenida al nuevo día.

El haz nervioso que separa el sosiego del terror sólo requiere el estímulo adecuado para ser recorrido por la neurona portadora, piensas al surgir inesperadamente un ruido anómalo en el interior del Airbus 340 Madrid – Washington. Puedes detectar en el aire, junto a una antónima pieza musical ambiental apaciguadora, el bombeo de los corazones aterrorizados que galopan con velocidad máxima permitida tanto en pasajeros como en tripulación. Consultas tu reloj; son las 10:17 y bendices un destino que puede librarte de la sarna mental de tu sufrimiento. Te vuelves a preguntar por qué aguantas lo que aguantas si puedes valerte por ti misma, si lo tienes todo para liberarte del yugo opresor. Eres consciente de que no te encuentras en la situación de miles de mujeres que transigen por no tener un trabajo con el cual mantenerse a ellas mismas y a sus hijos. Por el contrario, eres una periodista de éxito que se ha quedado atrapada en una coraza de idiotez, de silencio y de cobardía. Has permitido que él te dirija como ventrílocuo a su marioneta y le tienes miedo porque a la mínima contrariedad se pone violento; como cuando le dijiste que lo ibas a dejar, te cogió del cuello y tuviste pánico. Pero todavía te parece más insoportable el sufrimiento si llegaras a abandonarle. Todo debe tener una explicación de los porqués de haber consentido, justificado y perdonado, continuamente, tantas vejaciones en tu relación con él y, sobre todo, por qué te dolería una posible ruptura; cómo es posible poder echarle de menos ya que, en tu interior, aunque ya has dejado de estar tan obsesionada, todavía te sientes muy atrapada en su red.

El grito de alguien te coloca en el tiempo real, el avión ha recuperado normalidad y la gente llora y ríe al unísono, contagiando felicidad y júbilo. Vuelves a consultar tu reloj: marca las 10:20. La ilusión de una muerte deseada ha durado escasamente tres minutos. Está demostrado que la nada es caprichosa y nada gobernable. Abres tu maletín y vuelves a estudiar los datos que tu redactora jefa te ha hecho llegar sobre la mujer que será objeto de tu entrevista en este viaje:

Eva, estos son los hechos:

Ayaan Hirsi Alí es una mujer somalí de cuarenta y un años que empezó a vivir como una mujer libre hace sólo dieciséis, cuando rompió con su familia en Somalia al decidir escaparse de un matrimonio concertado. Llegó a ser diputada en el Parlamento holandés y está amenazada de muerte por su lucha por los derechos de las mujeres somalíes y por la libertad. Sus palabras le han supuesto una sentencia de muerte. El guión que escribió para la película Submission: Part I le costó la vida al director de cine Theo van Gogh, acribillado a balazos, degollado y su pecho utilizado como tablón de anuncios: el asesino clavó allí una nota para Hirsi Alí, una carta muy concisa, como una fetua según los testigos, Van Gogh llegó a esgrimir el sentido común holandés antes de morir ajusticiado: ¿Seguro que esto no podemos hablarlo? Aseguran que dijo. Desde septiembre de 2006, esta fiera defensora de la libertad vive en la capital de Estados Unidos. La situación se hizo insoportable en Holanda. De un día para otro se quedó sin empleo (diputada en el Parlamento holandés); sin nacionalidad (la ministra de inmigración Rita Verdonk le retiró su pasaporte tras alegar que había mentido al solicitar el asilo); sin hogar (sus vecinos pidieron que fuera expulsada de su casa por creer que comprometía su seguridad); sin futuro (vive escondida, está amenazada de muerte). Estados Unidos le abrió las puertas. Christopher Demuth, presidente del American Enterprise Institute le ofreció empleo. Desde luego, Ayaan dice verdades que duelen, es una gran crítica de los relativismos culturales que tanto proliferan en Occidente y que, a su juicio, encierran a los seguidores del Islam en su atraso. Afirma que eso es racismo en su acepción más pura.

Tienes cita con ella en un reservado del restaurante de tu hotel en Washington a las dos de la tarde hora local para almorzar juntas y se cree un ambiente distendido. Regresas a Madrid al día siguiente, te he enviado todos los datos junto a la reserva de hotel a tu correo electrónico.

Como ves, Eva, tienes una historia tan interesante que, dependiendo del enfoque que le des y la entrevista más o menos inteligente y elaborada que puedas realizar, podría ser la bomba periodística del año en nuestra sección del periódico. Lo dejo en tus manos. Suerte y buen viaje.

Mª Henar Casado. Redactora Jefa.

Te apresuras a guardar tus escritos dentro del maletín cuando el tren de aterrizaje del Airbus 340 ayuda con su rozamiento contra el asfalto a la velocidad de frenada del coloso volante, añadiéndose a su estruendo el aplauso de los viajeros. Una vez en tierra firme, te encaras con la puerta principal de la terminal y te adentras en el exterior reparando en el primer taxi de la fila en la parada dentro del cual te acomodas y, tras dar la dirección de tu lugar de destino, enciendes tu móvil. De inmediato, te entran, uno tras otro, ochenta y siete mensajes y noventa y cuatro llamadas perdidas, todos ellos de un mismo contacto. Conoces que las primeras llamadas serán falsamente cariñosas y suplicantes y que las últimas pasarán a amenazar e intimidar. Prefieres ahorrártelo y apagas de nuevo el móvil; quieres vivir al menos por un día sin los sobresaltos y temores de siempre y concentrarte en tu trabajo ya que te han ofrecido una noticia, como poco, provechosa.

Tras tu registro en el hotel, una ducha reparadora y una llamada a la redacción del periódico en Madrid confirmando tu llegada, te acomodas con veinte minutos de antelación en el reservado del restaurante. Te gusta llegar con tiempo para preparar tu trabajo y tenerlo todo bajo control. La tarde está fría en Washington. Han caído los primeros copos de nieve del invierno y la chimenea del restaurante aporta un emotivo toque hogareño que en tu propia casa no posees. La ves entrar buscando refugio dentro de su abrigo negro. Te parece frágil y pequeña entre los dos guardaespaldas que la acompañan. Tras las oportunas presentaciones, sólo desea beber un té caliente y da orden de que no se os moleste en el reservado. Te aclara que antes de comenzar no quiere que sus argumentos se consideren sacrosantos por el hecho de haber vivido experiencias terribles ya que, en realidad, su vida se ha visto marcada por una enorme dosis de buena fortuna. Porque, ¿cuántas mujeres nacidas en el hospital de Mogadiscio (Somalia) en noviembre de 1969 siguen vivas? ¿Y cuántas de ellas tienen voz propia?
 
(cont...)   carmenmarinarodriguezsantana.blogspot.com

martes, 28 de agosto de 2012

Catalina González Vilar






(Alicante- ESPAÑA, 1976)

Escritora. Desarrolla gran parte de su trabajo en el ámbito de la literatura infantil y juvenil.

Estudió Antropología Social y Cultural en la Universidad de Barcelona.

Actualmente reside en Madrid.

Bibliografía y premios:

El secreto del huevo azul.Premio de Literatura Infantil y Juvenil El Barco de Vapor 2012, Fundación SM (Madrid, España).

Miss Taqui. Concurso Internacional Invenciones de Narrativa Infantil y Juvenil 2011, Editorial Nostra (México D.F., México)

Los coleccionistas. Premio Villa Pozuelo de Alarcón de Novela Juvenil 2011, Editorial Everest (León, España)

La mujer que cocinaba palabras. Finalista en el Certamen Internacional de Álbum Ilustrado Ciudad de Alicante 2003, Editorial Anaya (Madrid, España)


Catalina González Vilar
http://www.catalinagonzalez.com

  LA MUJER QUE COCINABA PALABRAS (extracto)


<
Dormía en sábanas de palabras, soñaba con letras encadenadas.

Se duchaba cada mañana con sonidos de palabras cayendo des...de la alcachofa de plata.

La mujer de la casa de palabras, con una E que era una puerta de madera oscura, con sus manteles que contenían acertijos, y servilletas que guardaban versos y los dejaban en los labios de los invitados.

La mujer que comía palabras, asadas, al horno, chamuscadas, crudas y también a la plancha, fritas, hervidas...

Lo cierto es que las amaba tanto que los árboles de su jardín comenzaron a dar en vez de frutos refranes, trabalenguas en los macizos de flores, y los regaba cada tarde con cuentos y novelas de amor.

Cocinaba cada mediodía una palabra distinta, a veces más de una. Y luego se sentaba en la mesa y comía saboreándolas hasta estar llena.>>

sábado, 18 de agosto de 2012

"MISS FIFTY" NUEVA NOVELA DE ROSA RIBAS


Miss Fifty


La nueva novela de Rosa Ribas, disponible gratis en la red y por entregas




La escritora Rosa Ribas ha puesto a disposición de los lectores su nueva novela, Miss Fifty, a través de la red, de forma gratuita y por entregas, a las que se podrá acceder a través del portal Sigueleyendo www.sigueleyendo.es

Las ilustraciones pertenecen a Clàudia de Puig Ripoll.





La protagonista de este relato es Marta Ferrer, una vecina de barrio en la cincuentena que, terminada su última sesión de radioterapia, descubre un día que puede hacer cosas sobrenaturales. Así se transformará en Miss Fifty, con todos los atributos de una heroína de cómic, en una trama cargada de humor e ironía.

Ribas publicó su primera novela, El pintor de Flandes, en 2006, a la que siguió el relato policíaco Entre dos aguas, de donde nació la serie protagonizada por la comisaria hispano-alemana Cornelia Weber-Tejedor, a la que siguieron dos entregas más.
http://www.sigueleyendo.es/episodio-1-un-rayo-misterioso-2/

jueves, 2 de agosto de 2012

Presencia de la mujer en la obra pictórica de José Luis Vega



VEGA O EL PULSO DE LA SERPIENTE

Por Teresa Iturriaga Osa





... La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que hiciera Yaveh Dios.
Y dijo a la mujer: "¿Es cierto que os ha dicho Dios: ‘No comáis de todos los árboles del jardín'?".



(Génesis, 3)








        Si se me pregunta por la presencia de la mujer en la obra pictórica de José Luis Vega (Las Palmas de Gran Canaria, 1937), diré que es innegable. Podría decirse que en él todo lo importante tiene nombre de mujer. Con ojo cómplice escudriño sus cuadros y reconozco al artista en su estudio como un arqueólogo voraz y apasionado. Moldea el paisaje -sin dañarlo- para encontrar los tesoros del mundo secreto femenino. En efecto, nadie podrá pasar por alto su pertinaz búsqueda de la línea curva que, a modo de metáfora, realza la representación de la mujer como el más bello paisaje transitado. Ese modo de avanzar suavemente por el lienzo contribuye a elevar la sexualidad y la fertilidad, que se hacen símbolo de libertad en su latido artístico. La interpretación que hace José Luis Vega de un mundo femenino sin fracturas pone en cuestión los códigos a los que, con frecuencia, ha querido acostumbrarnos la mirada masculina.


        Bajo ese prisma, la pintura de Vega se nutre de la fluidez del mar, de la fuerza de un remolino de aguas que convergen en ombligo hacia el centro del mundo. Parece que una serpiente de sangre y fuego guía su pulso cuando intenta descifrar el enigma del origen. Dentro del hechizo de sus líneas, construye las paredes de una voz que nos llega desde el cuadro y nos hace preguntarnos qué sentido tiene todo esto, por qué estamos aquí. No podemos escapar del juego de preguntas que retumban en nosotros como un eco. Y no hay respuestas en esta dimensión. Pero la obsesión que a muchos les lleva a la locura, al comprobar que no existe en su destino ningún plan determinado, a otros, como a Vega, les conduce a la genialidad, a la carcajada como certeza, una ironía vital ante la desesperación de saber que la razón nunca llega hasta el final. El artista sabe muy bien que, a través del intelecto, no podremos ver lo que ocurre al otro lado del espejo.


        A menudo, sus obras son polémicas, eróticas, sexuales, Vega no evita las pulsiones directas. Rompe los tabúes y las convenciones sobre el cuerpo. Sin embargo, una de las características más destacadas de su obra es que la mirada sobre sus desnudos jamás contiene una carga de violencia de género. Un erotismo más allá de lo previsto nos invade. Quizá esa invitación al juego de la sensualidad podría ser fruto de su búsqueda de la curva, simbólicamente amable con la vida. El artista no utiliza el cuerpo de la mujer como consuelo o reclamo, sino como camino hacia las puertas del misterio. Su trazo, al ritmo de las mareas, es como un rito de aproximación a lo sagrado, nos recuerda que la mujer no es un objeto de usar y tirar. Sus líneas reptan como serpientes, como denuncia a la interpretación de la caída, a la leyenda negra que recae sobre la mujer, responsable de la pérdida del ser, de la divinidad esencial del primer hombre. Así, rebelde hasta el extremo con la manipulación de los sistemas filosóficos, religiosos y políticos, Vega denuncia la gran mentira que encierra el mito edénico de la manzana mordida, exigencia, grito y lamento de su ser natural por recuperar el paraíso antes de ser prohibido por los sacerdotes del lugar, jerarquía de editores de los libros del engaño. En ese sentido, podría afirmar que Vega desarrolla un ejercicio que va más allá de lo convencional, guiado por el elevado impulso de rescatar la naturaleza propia del ser humano. Palpita en él una mística de los sentidos, entendidos como puertas de entrada al jardín del "árbol de vida, que está plantado en las mesmas aguas vivas de la vida", como diría Santa Teresa. Por consiguiente, en la pintura de Vega, no encontraremos un elogio al gobierno de la recta conducta, al dedo inquisidor que marca el pecado, al canon de las sagradas advertencias, a la moral del orden que, como manda la tradición, está dictada por Dios. La obra de Vega es un viaje cromático a través del agua, la tierra, el fuego, el aire, el éter.


        Del mismo modo que la materia va diseñándose en espiral, el microcosmos y el macrocosmos coinciden en la pintura de Vega. Su mano nos lleva al no-lugar, a una utopía que parte del paisaje de su infancia, la geología volcánica que, como él dice, "forma parte de la identidad de todos los artistas canarios". Lugares que están grabados en la memoria, en el corazón. En su pintura, la presencia constante de estratos superpuestos en formas concéntricas nos permite adivinar el movimiento de la energía telúrica que no se somete a control. Sus líneas sinuosas nos llevan a la libertad, contrariamente a lo que nos sugiere el trazo recto y uniforme, una educada domesticación de la mente. Curvas, ondas, olas, nos hablan en un lenguaje críptico sobre la fuerza de los agentes meteorológicos y su erosión. De manera que si seguimos con atención las rayas de un cuadro de Vega, buscando con paciencia quiromántica las huellas de su sentido, inscritas en las manos y en el rostro de la obra, descubriremos los indicios de la voluntad natural. Vega es un observador de la madre naturaleza -y, por ende, del cuerpo-, un filósofo que añora la unidad perdida entre el cielo y la tierra. Esa reflexión se revela en las formaciones y deformaciones geológicas que tanto aparecen en su pintura. De ahí surge la cueva -siempre presente en su obra y personalidad-, que podría relacionarse con un vientre donde se gestan las grandezas y, a la vez, las enfermedades congénitas de la raza humana. Esa predilección de Vega por las hendiduras de la tierra, las cavernas, los acantilados, los barrancos, las rocas, los hervideros, el volcán fuera de control... es algo que le obsesiona como características inherentes al comportamiento de nuestra especie. De ahí, por ejemplo, "Deformaciones geopolíticas", "¿Neo-fascismo?" o "¿Hasta cuándo?".


        Hay también en ese pulso de la mano de Vega hacia las formas circulares como una presencia femenina que sostiene su lucha por la justicia social. Justicia: nombre propio de mujer. Cierto, en toda su trayectoria vital, su producción artística no se evade en ningún momento del contexto social e histórico que le ha tocado vivir. Vega pinta desde ese compromiso, dejando su impronta en los materiales como un hijo de la tierra, obrero y artesano de lo sencillo. Pretende exponer una crítica que inicie ciertas transformaciones en la sociedad. Toda su obra persigue ese punto de despertar. Recordemos, por ejemplo, "Muerte en el océano", referencia al drama que vive la inmigración para alcanzar nuestras costas en pateras. Y es, precisamente, su mirada compasiva con los elementos de desecho del sistema, la que en él se disfraza de mordaz ironía. Mirada, compasión e ironía, tres sustantivos de género femenino que estarán siempre presentes en su lienzo y en su agenda. Porque su pintura no persigue un ornato feliz, la estética per se no le interesa. Él busca respuestas al caos general que nos domina y las ondas del espejo -en el lago sobre el que dibuja- nos remiten al misterio. Hay en Vega una aceptación de la evidencia: una gran fuerza creadora condensa y expande el universo. El cíclico movimiento de lo intangible escondido en lo tangible. En definitiva, hay una conciencia del paisaje natural y del ser humano como parte de cambio, inmerso en el continuo devenir.


 

jueves, 26 de julio de 2012

POESÍA



La creatividad del ser humano no tiene límites...








 
ENSAYANDO SONRISAS




A todos nos ocurre,

que ya estamos cansados

de ver cada mañana el rostro reflejado

en el mismo lugar, con las mismas canciones.

La canción de la cana que quiere distraerse

y la tiñes de rubio y sonríes de nuevo.

La canción de la arruga

que decora tu frente como fiel compañera

que sabe de destinos.

La canción de los ojos, cansados

de mirar los días que transcurren

entre tanto bullicio perfilando los aires.



De pronto dialogas con todos tus recuerdos

y decides segura que tú, ya has terminado.

Te quitas el atuendo de seria travesía,

te calzas unas botas,

recortas los tejidos que púdica te hacen

o simplemente mezclas colores atrevidos,

o te rizas el pelo ensayando sonrisas

y te planteas de nuevo pasarte por la vida

-la que te queda ahora-

con un nuevo disfraz,

y decides ser otra.



(de Artificios de Otoño, Encarna León)  
 

miércoles, 18 de julio de 2012

"Decir noche", de Elisa Rodríguez Court




"Decir noche", de Elisa Rodríguez Court - Ed. Eutelequia, 2012.







http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=_5sgkbD4gIs

El video incluye:


•Audio con la voz de Elisa Rodríguez Court, fragmento tomado de la entrevista que Radio Onda Cero Madrid le hiciera a la autora.

•Citas de su intervención durante la presentación del libro en el Club La Provincia de las Palmas, como también citas de Antonio Bordón y Rebeca García Nieto.

•Ilustraciones de Miguel Ángel Moreno Gómez

•Imágenes de la presentación del libro en el Club La Provincia de Las Palmas.

•Fotografía del libro, por Karla Olvera

Música: “Nacht und Träume” de Schubert, por Matthias Goerne (barítono) y Alexandar Schmalcz (piano)
Realización: Alejandra Moglia

VER TAMBIÉN:

Blog de Elisa Rodríguez Court: Trayectos ciegos http://elisarcourt.blogspot.com.es/

Decir noche en Scoop.it

Editorial Eutelequia


FRAGMENTO DE DECIR NOCHE, DE ELISA RODRÍGUEZ COURT

31.- EL OÍDO CERCA DEL CORAZÓN (pág. 89-91)

Lord Chandos camina por el jardín de estatuas sin ojos. Lleva los ojos bien abiertos y el oído predispuesto a captar el sonido más triste, y más dulce, y más loco. El silbido que emiten las aves en el final supremo de la noche.
Se ha hecho muy tarde y pasea a solas por un sendero de tierra a cuyos lados se alzan las estatuas como sombras. Lleva entre las manos un libro de poemas que lee con atención. Ignora que su autora es Emily Dickinson, poeta que le espía desde la ventana de su cuarto. Unos versos parecen hablarle de la muerte. Camina sin rumbo, hechizado ahora por el recuerdo de sus muertos, ya en la distancia cruelmente más queridos.
Le ha contado en la Carta a su amigo que tiene una rareza, una mala costumbre. Padece la enfermedad bartleby cuyo nombre desconoce y que nombra a los escritores que renuncian a la escritura.
Pobre Lord Chandos Bartleby, tan dolido y agradeciendo a su amigo el aforismo de Hipócrates como regalo de consuelo:


Quienes aquejados por una grave enfermedad no sienten dolores, están mentalmente enfermos.


El Lord confiesa a Bacon en su misiva que, a sus veintiséis años, no se reconoce en su misma persona que escribió en el pasado tantas obras. De los trabajos que pudieran esperarle en el futuro le separa el mismo abismo insalvable que de aquellos que ha escrito y le resultan tan ajenos que duda en considerarlos de su propiedad.
Veo caminar a Lord Chandos y su estado me recuerda al jinete de un soneto de Shakespeare, un hombre que decide partir de su ciudad. En la medida que avanza en su viaje va descubriendo que se dirige hacia la pena dejando la alegría atrás. Al Lord le aguarda al frente la misma pena que, mientras camina, va dejando a sus espaldas.
Se abre paso en la oscuridad del jardín y de pronto se detiene ante una estatua mutilada por el paso del tiempo. Recita mentalmente:



Cómo sería tu cabeza, tu mano


lo que fue carne tibia, vestidura del alma


y luego piedra silenciosa.


Ahora la mano ya no está en la piedra.


Y la cabeza fue limada, desfigurada y corroída


por el agua que la albergó durante siglos.


¿Cómo serías?



Son versos de José Hierro. Conmovido, se ha hecho un lío y continúa evocándolos en desorden.



Jamás podrá la piedra


albergar un soplo de vida.


Y entonces, dónde ha ido tanta vida,


dónde está tanta vida que la piedra


no puede contener,


no puede imaginar y transmitir.


Tanta vida que fue la salvadora


del olvido y la nada,


¿Habrá muerto contigo?


¿Quién puede congelar en estatua una vida?



Prosigue su camino. Escucha los sonidos de las aves nocturnas y sus pensamientos retornan a sus muertos. Interrumpe su marcha en el vacío de la noche, abre el libro de poemas de Emily Dickinson y relee unos versos:



Un oído es capaz de hacer pedazos


el corazón del hombre


con tanta rapidez como una lanza.


Ojalá que el oído no estuviera


tan peligrosamente cerca del corazón.




Se siente cada vez más estremecido. Toma asiento en un banco donde descansa un texto de Enrique Vila-Matas, cuyo título, Me senté y lloré, hace brotar de sus ojos unas pocas lágrimas contenidas que seca rápidamente con una de sus manos blancas.


Publicado por Elisa Rodríguez Court en 16:23 http://elisarcourt.blogspot.com.es/

lunes, 16 de julio de 2012

SEÑORA DE LA MADRUGADA


Poema a la Virgen del Carmen

Teresa Iturriaga Osa





Fotos: Tino Armas



Amiga mía,



el alma busca


desesperadamente la belleza,


música que vibra


en sus lugares de tránsito.


Y, si la encuentra, detiene su caballo,


bebe de esa esencia


y allí se embriaga


hasta el límite.






Así mis ojos han vuelto


del viaje


llenos de luz y azahar.


Tu mar es sublime,


sultana y señora de la madrugada,


camina el perdón vestido de terciopelo


verde esperanza


retumba la vida


en su trono de silencio.






Inefable preciosidad


donde ahora descanso


el calor de mis sentidos y extasiada


convoco la totalidad de los Nombres.


La perfección de la perfección.


Amiga mía,


tenemos que levantar del suelo


esta pobreza de espíritu, la realidad


que hoy se derrumba en la barbarie.

lunes, 18 de junio de 2012

Proyecto de Ocupacción Poética



AUDIO:


Poema a la Playa de las Canteras,

de Teresa Iturriaga Osa

(Gata en tránsito, Ed. Alhulia, 2011)






 

Geolocalizado junto a la Clínica San José,
Las Palmas de Gran Canaria.





http://ocupaccionpoetica.blogspot.com/





Ocupacción poética


¿Qué es?

Ocupacción poética es un proyecto que nace de la unión entre arte y nuevas tecnologías. Su objetivo es ocupar con archivos poéticos audiovisuales el espacio inhabitable que hay en todos los espacios o, dicho de otro modo, los no-lugares que hay en todos los lugares.

Objetivo

Queremos promover la ocupación poética de cualquier rincón del mundo, con textos de autores del pasado, del presente y del futuro, haciendo de las nuevas tecnologías un vehículo de conocimiento y disfrute artísticos.

¿Cómo funciona?

Nuestro equipo técnico selecciona un fichero de audio o video y lo geolocaliza allí donde queramos que esté disponible, ocupando con su radio de acción un conjunto de espacios físicos. El usuario, a través de su teléfono móvil, podrá acceder al contenido de dichos ficheros mediante una aplicación de navegación de realidad aumentada que le permitirá seleccionar y reproducir aquellos poemas que estén en su zona de alcance. Esta aplicación ya suele venir incorporada en muchos de los modelos de móviles actuales, pero si no se incluyera, puede ser descargada gratuitamente.

Aplicaciones

Las aplicaciones del Proyecto de Ocupacción Poética están sujetas, únicamente, a los límites de nuestra imaginación. La oferta de contenidos poéticos personalizados a eventos culturales, festivales, rutas urbanas o centros formativos, son sólo algunos ejemplos que este servicio puede ofrecer a los ciudadanos, que encontrarán en él una nueva forma de recorrer, no sólo los sitios más emblemáticos de un lugar, si no también los menos conocidos, promoviendo así la idea postmoderna de "anti-guía".

Características

· Intervención artística no invasiva del espacio real.

· Intervención artística global sobre espacios no convencionales.

· Trabajo interdisciplinar: incluye nuevas tecnologías, poesía, música e interpretación dramática.

· Proyecto cultural sin ánimo de lucro y con licencia Copyleft.

· Creado íntegramente con herramientas de desarrollo libre.

· Participación de actores europeos emergentes y consolidados.

· Participación de músicos europeos emergentes y consolidados.

· Textos nacionales e internacionales, pasados y presentes, en varias lenguas.

· Capacidad de expansión y participación.

Requisitos Técnicos

- Teléfono móvil smartphone con sistema Android, I-phone, Symbian o Blackberry con acceso a Internet.

- Descargarse en el móvil, sino se dispone ya, de la aplicación gratuíta de realidad aumentada LAYAR.

Algunos lugares intervenidos:

- Base Militar de Camp Allen, Norfolk, Virginia (EE.UU.).

- Ciudad de Sendai (Japón).

- Barrio Chêne-Pointu (París,Francia).

- Barrio de las Moreras (Córdoba).

- Edificio de la Bolsa de Wall Street(Nueva York, E.E.U.U)

- Cementerio de la Almudena (Madrid)

- Ruta 66 (E.E.U.U)

- Plaza de Tian’anmen (China)

- Estadio de Maracaná (Brasil).

- Ocupacción poética del Campus de la Universidad Complutense de Madrid

http://patuca5.wix.com/ocupaccionpoeticaucm

- Ocupacción poética del distrito de Arganzuela en Madrid

http://www.mataderomadrid.org/ficha/1586/ocupacion-poetica.html

- Ocupacción poética de la ciudad de Bremen (Alemania)

http://ocupaccionpoetica.wix.com/cervantesbremen

Actualmente hay contenidos en más de 22 países y en todas las capitales de España.












FOTOS: Tino Armas